lunes, 27 de diciembre de 2010

Varicocele en el adulto



El  varicocele es una dilatación del plexo venoso o varices ubicadas por encima del testículo, que drenan la sangre del testículo y se encuentran en el cordón espermático. Es una enfermedad muy común, un 15 a un 20 por ciento de hombres, después de la pubertad, pueden padecerlo.
Señala el doctor Elías Mora Kumboz, médico urólogo,  que todo órgano tiene arterias y venas que  por defectos congénitos pueden dilatarse y acumular la sangre alterando el flujo venoso testicular, en el transcurso de la vida.
La enfermedad puede aparecer en el testículo derecho, en el izquierdo  o en ambos.  Cuando es en los dos,  es bilateral, trastorno que  se presenta en el 33 por ciento de los casos.
En el pasado, cuando no existía el eco o ultrasonido doppler para confirmar el diagnóstico, la mayoría de las veces se decía que el varicocele era en el lado izquierdo,  pero ahora, gracias a esta modalidad de imagen que es la ecografía, se  diagnostican más pacientes con varicocele bilateral.
El desarrollo de un varicocele agudo, en cualquiera de los dos lados, sugiere la posibilidad de un tumor a nivel del retro peritoneo o pared posterior del abdomen que comprime las venas espermáticas internas.  Antes se consideraba que si está ubicado en el lado derecho podría indicar la presencia de un tumor que comprime la vena  cava. “Esto debe sospecharse cuando el varicocele es agudo y está del lado derecho y  las venas permanecen dilatadas cuando el paciente está acostado. Si se mantienen  dilatadas, indica que se trata de un tumor que las ha trombosado impidiendo el drenaje”.
Síntomas y diagnóstico
Este trastorno, en la mayoría de los casos, es asintomático (no presenta síntomas)  y suele descubrirse cuando se hace el  examen  físico. El paciente  debe estar erguido,  de pie,  porque si está acostado las venas  propulsan la sangre y  desaparece la dilatación, lo que impide  detectarlo.
Hay casos en que el paciente puede presentar sensación de peso, molestias durante la actividad sexual o cuando hay calor. También es frecuente que consulte por trastornos de fertilidad.
Para confirmar el diagnóstico, el examen clínico se complementa con un eco doppler, que permite evaluar el flujo sanguíneo.” Una vena que mida más de 3 milímetros  o que presente reflujo  venoso durante el aumento de la presión abdominal, es decir, cuando el paciente puja la sangre en vez de subir baja, permite confirmar el diagnóstico que se hizo clínicamente. Efectivamente, se trata de varicocele”, apuntó el especialista. 
Es importante destacar que dependiendo del grado de dilatación de la vena, el varicocele puede ser pequeño, mediano o grande. Sin embargo, es necesario acotar que uno pequeño puede ocasionar  mayores daños que uno grande. El tamaño no expresa el grado de alteración funcional que puede producir esta enfermedad, que no es grave ni una emergencia, siempre y cuando no exista un tumor retro peritoneal.
Tratamiento
No todos los pacientes que tienen varicocele necesitan operarse. Tres alteraciones indican que el tratamiento sea quirúrgico.
En primer lugar, es necesario acotar que la solución quirúrgica está indicada cuando causa molestias. “Esto sucede porque hay una inflamación, si el varicocele provoca congestión venosa, aumento del ácido láctico, trae como consecuencia que se altere la calidad de vida del paciente”, dijo el doctor Mora Kumboz.
También hay que operar cuando se altera  la espermatogénesis, produciendo infertilidad por la disminución del número de espermatozoides, alteraciones en la forma de éstos, entre otros. La operación se hace para preservar o mejorar la capacidad de reproducción, en un 70 por ciento dependiendo de la edad del paciente, mientras más temprano se opere más rápida será la recuperación.
La otra indicación quirúrgica es cuando el testículo disminuye de tamaño, producto de la presencia de la sangre en el testículo, que no se ha purificado en el riñón, lo cual provoca que éste disminuya de tamaño y lo atrofie con el tiempo.
Con respecto a las alternativas de corrección del trastorno, el especialista aclara que no hay opción de tratamiento médico debido a que no hay ninguna pastilla  que lo corrija. “El procedimiento en la mayoría de los casos es quirúrgico, y si  el caso no es de operación, amerita un control de la enfermedad”.
Añade que si el tratamiento es quirúrgico “usualmente se usa la vía subinginal, es la más usada  y la incisión es pequeña. También existe la retro peritoneal, laparoscopia y la radiológica, pero ninguna de éstas es superior a la subinginal .La operación consiste en ligar las venas dilatadas preservando las  arterias.”
Complicaciones
Insiste en que todo acto quirúrgico puede complicarse y que el paciente debe conocerlo.” Una de las complicaciones es que  el escroto se llene de líquido,  derivando en lo que se conoce como hidrocele. También puede se, con el tiempo, una disminución del tamaño del testículo, atrofia testicular que puede ocurrir por aberraciones anatómicas de la  arteria testicular, igualmente puede haber inflamaciones  post operatorias locales que desaparecen la mayoría de las veces al mes de la operación”.
Agrega que a veces los pacientes, cuando se trata de varicocele bilateral, solicitan que le operen los dos a la vez, lo que retrasa un poco la recuperación, mientras que cuando se hace por separado el período de convalecencia es menor.








domingo, 12 de diciembre de 2010

Vasectomía



Usar el cerebro, no el corazón

La vasectomía es un método popular de esterilización permanente en el hombre practicada en forma electiva, es decir, usando el cerebro y no el corazón, con una tasa de éxito de 99.9 por ciento y una tasa de complicaciones bajas y sin secuelas adversas a largo plazo. Es decir,  no hay riesgo  aumentado de cáncer de próstata, ni de testículo, ni osteoporosis, ni de  enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
En el pasado, la  vasectomía se usó para el  tratamiento de hiperplasia prostática benigna,  en personas con alta frecuencia de masturbación, para prevenir la vejez,  en esterilización de criminales y a partir de los años 70,  para ser practicada en forma voluntaria como método anticonceptivo,  siendo hoy uno de los procedimientos quirúrgicos más comúnmente practicado.
Es importante destacar que su práctica no afecta la masculinidad ni la sexualidad. Está indicada en personas a partir de mediana edad que ya no quieran tener más hijos y  deseen compartir la responsabilidad con su pareja de usarlo como método  anticonceptivo para no procrear más. No es recomendable realizarla el primer día de la consulta, debido a que es aconsejable que esa primera cita sea utilizada  para que el paciente y el médico conversen, de manera tal  que el especialista explique la técnica,  ventajas, desventajas y complicaciones.
El procedimiento quirúrgico  se puede realizar en el consultorio con anestesia local y una mínima preparación. Se hace una incisión a cada lado del escroto o en línea media escrotal y se ligan  los conductos deferentes de ambos lados, que son los que  llevan los espermatozoides desde los testículos hacia el conducto eyaculador. La recuperación es rápida, el paciente puede reintegrarse a sus labores  en menos de 3 días y sólo debe restringir el esfuerzo físico y el sexo por una semana.
Como todo acto médico puede tener complicaciones que son menores cuando el cirujano tiene más experiencia. Entre las complicaciones están: hematoma en la herida en un 3 por ciento; infección en la herida entre 1 a 3 por ciento;  dolor local que desaparece la mayoría de las veces en un par de semanas. También podría presentarse el síndrome post-vasectomía, que es un dolor testicular crónico que dura más de 2 semanas, que aumenta con la eyaculación y es producido por obstrucción del deferente del lado testicular, lo cual ocurre en menos del 3 por ciento de los casos; recanalización temprana en menos de 0,5 por ciento  (implicando que nunca el espermatograma llegó a 0 el puntaje de espermatozoide) y recanalización tardía que ocurre en menos de 0,5 por ciento (ocurre después de tener 2 espermatogramas en 0).
Esto lo que quiere decir es que la vasectomía no es perfecta y una futura concepción no se puede garantizar. Después de realizada la vasectomía, se recomienda hacer 2 espermatogramas que reporten cero espermatozoides luego de 24 eyaculaciones,  o después de 3 meses de realizado el procedimiento, antes de realizar sexo sin protección, entendiéndose sexo sin protección para no procrear.