domingo, 25 de agosto de 2013

Cáncer de próstata: ¿ A quién tratar?







En el Congreso de la Asociación Urológica Americana, realizado recientemente en San Diego, California, se discutieron los avances en el abordaje del cáncer de próstata.

Una vez que se hace el diagnóstico de cáncer de próstata el tratamiento que se seleccione debe estar determinado por  el grado de  riesgo de la enfermedad,   por lo que es necesario hacer una evaluación rigurosa de los casos para indicar el tratamiento selectivo.
  
Los pacientes de bajo riesgo pueden ser candidatos a la vigilancia del cáncer. Pacientes intermedios y de alto riesgo deben ser tratados con el tipo de tratamiento que ofrezca más probabilidades de curación.

Uno de los aspectos que se abordó en el encuentro  y que siempre es objeto de discusión es a quien tratar y a quien no para evitar un  sobre tratamiento

“Ciertamente, dice el doctor Elías Mora Kumboz, con los conocimientos actuales, las imágenes de las que disponemos y las pruebas, no  sabemos con certeza si el tumor es inocuo, si crecerá o si provocaría la muerte del paciente a causa del cáncer”.

Muchos de los tumores de cáncer de próstata no necesitan tratamiento inmediato porque son pequeños, de crecimiento lento y  están confinados, es decir, no se ha extendido fuera de la  glándula, en estos casos se indica la  vigilancia activa, que consiste en  monitorear a los pacientes muy de cerca,  y de esa manera  identificar  los primeros signos de progresión de la enfermedad  si se producen

De igual forma, es necesario destacar que no todos los pacientes tienen los mismos tipos de tumores, por lo que es muy importante que reciban información sobre el tipo de cáncer de próstata que tienen antes de considerar el tratamiento.

Cuando se trata de  cánceres de próstata de bajo riesgo  la vigilancia activa es una opción  para manejar la enfermedad, sin embargo, los urólogos coinciden en señalar que  se necesitan mejores biomarcadores, mejores pruebas de imagenología que puedan mejorar la capacidad  de predecir cómo se van a comportar los cánceres y de esa forma determinar quienes  realmente se van a beneficiar del tratamiento.

El doctor Mora Kumboz apunta que cuando se detecta el cáncer de próstata   en estadio temprano, existe la posibilidad que  los pacientes puedan ser tratados exageradamente, tanto con cirugía como con radioterapia,  que no están exentas de complicaciones y que pueden causar efectos colaterales indeseables, con cualquier método que se aplique.

Agrega que el paciente debe conocer que no todos los casos son iguales, “ningún paciente es igual a otro, ni la enfermedad es igual a otra. En el caso de cáncer de próstata si hay diagnóstico precoz, un tratamiento eficaz y una técnica quirúrgica depurada, meticulosa, los resultados son excelentes, se traducen en calidad de vida".

En el encuentro se exhortó a los urólogos a hacer un esfuerzo para que la elección de los tratamientos sean los más acertados,  que no estén dirigidos al incentivo económico sino al riesgo de la enfermedad  para que el paciente  se beneficie del tratamiento. 

El fin último debe ser  controlar el cáncer,  preservando la función urinaria y sexual, disminuyendo la tasa de complicaciones.



Nota: Los contenidos de este blogspot son de carácter informativo, cuya finalidad es orientar a los lectores acerca de noticias, avances, novedades en materia de urología.  Evite la automedicación y consulte a su médico ante cualquier síntoma que ponga en riesgo su salud.

Les agradecemos nos escriban a grupourotec@outlook.com. Contactos para sus citas 0212 985 19 16 / 0212 9862464/0212 9860507/   Gracias por la atención.





domingo, 11 de agosto de 2013

Urotips/ Notas de Urología









Estudio asocia cirugía robótica con lesiones nerviosas pasajeras

Una de cada 15 personas operadas de la próstata, los riñones o la vejiga con una intervención asistida por robot podría desarrollar una lesión nerviosa por la presión que se ejerce al ubicar al paciente en la sala de operaciones, según un estudio.


Los pacientes operados con cirugía robótica tienen que ser inclinados con la cabeza hacia el suelo y los pies hacia arriba para darle al cirujano un mayor margen de tracción.

"Cuando alguien está en esa posición, puede deslizarse hacia abajo, porque la mesa (donde se opera) es una gran rampa", indicó la doctora Tracey Krupski, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, autora principal del estudio.

"Si eso ocurre, se puede aplicar la fuerza de arrastre en algunos nervios. Es como tirar permanentemente del músculo", agregó.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos anunció que revisaría los informes de seguridad de los robots Da Vinci, fabricados por el Intuitive Surgical y que cuestan 1,5 millones de dólares.

El equipo de Krupski revisó los antecedentes de 334 cirugías robóticas urológicas realizadas en su centro en el 2010 y el 2011. Estas cirugías fueron de próstata, riñones, glándulas suprarrenales y vejiga.

Entre el 6 y el 7 por ciento de los pacientes -22 de ellos- se despertaron de la anestesia con una lesión por posicionamiento, que incluía debilidad, entumecimiento o inmovilidad de las manos o los pies.

Más de la mitad de las lesiones desaparecieron en un mes, pero cinco duraron más de seis meses, según publica el equipo en The Journal of Urology.

A mayor duración de la cirugía, mayor riesgo de sufrir lesiones: las operaciones de pacientes sin lesiones duraron unas cuatro horas y las cirugías de pacientes con lesiones demoraron unas 5,5 horas.

Para Krupski, los resultados no deberían generar alarma sobre la seguridad de la cirugía robótica."No deberíamos dejar de hacerlas. Sus beneficios superan ampliamente el 6 por ciento de posibilidades de que ocurra una lesión por la posición del paciente", agregó.

Krupski considera que médicos y enfermeros pueden prevenir esas lesiones si prestan más atención a los pacientes durante la cirugía y verifican su posición y la modifican levemente si es necesario.

"Debería ser parte de la conversación entre el médico y el paciente sobre los riesgos de la cirugía", agregó Krupski.


FUENTE: The Journal of Urology



Asocian actividad física con reducción de incidencia de cálculos renales

Las mujeres posmenopáusicas que aumentan su actividad física pueden reducir el riesgo de cálculos renales, según un nuevo estudio.

Los investigadores de varias instituciones importantes como la Universidad de California, San Francisco Medical Center, la Universidad de Georgetown y la Universidad de Washington Escuela de Medicina, realizaron un estudio diseñado para evaluar la relación entre la formación de cálculos renales y de la actividad física, el consumo de alimentos y el índice de masa corporal.

Mayor actividad física puede reducir el riesgo de cálculos renales en las mujeres posmenopáusicas hasta en un 31 por ciento.

La cantidad de actividad física, en lugar de la intensidad del ejercicio es un factor clave para la disminución de riesgo de cálculos renales en las mujeres posmenopáusicas.

"Los cálculos renales son un problema de salud muy común, y como en la mayoría de las condiciones de salud, la prevención es la clave", dijo el portavoz de la AUA Kevin T. McVary, MD. "Si bien sabemos que la dieta es uno de los factores que pueden promover o inhibir el desarrollo de cálculos renales, este estudio muestra los cambios de estilo de vida como el ejercicio también puede ayudar a prevenir la formación de cálculos en las mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, es necesario  continuar con investigaciones  para comprobar si esta observación es exacta”.


Fuente: The Journal of Urology


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