jueves, 29 de noviembre de 2012

SALUD

Cámara hiperbárica alivia males causados por la radioterapia

Oncólogos advierten que pacientes no deben reportar células malignas.

El doctor Elías Mora Kumboz explica que los oncólogos no utilizan el tratamiento hiperbárico contra los tumores porque no está demostrada su eficacia contra el cáncer, incluso se sospecha que las células malignas pueden aprovecharse del oxígeno difundido

GIULIANA CHIAPPE| EL UNIVERSAL 

        

jueves 29 de noviembre de 2012 12:00 AM

Los oncólogos son enfáticos al advertir que la cámara hiperbárica sólo debería usarse en pacientes sin rastros de células cancerígenas en el cuerpo. No es un tratamiento oncológico en sí, sino un coadyuvante para tratar enfermedades paralelas que pueden sufrir los pacientes, causadas por los agresivos tratamientos contra el cáncer.En el caso de tumores en la esfera urogenital, los pacientes a quienes se les sugiere el uso de la cámara hiperbárica suelen padecer de alguna infección crónica o de una aguda inflamación de la vejiga que no cede. Explicó Elías Mora Kumboz, urólogo oncólogo de la Policlínica Metropolitana, que estas complicaciones suelen ser consecuencia de los tratamientos contra el cáncer, como la radioterapia, pues atacan las células malignas pero su acción puede afectar las células buenas de órganos cercanos.

"En mi especialidad, que es urología, la cámara hiperbárica no es un tratamiento contra tumores de primera línea, ni siquiera de segunda", expresó Mora Kumboz. "Sin embargo, cuando se usa, suele aplicarse en un paciente que como producto de la radioterapia ha desarrollado, por ejemplo, una cistitis o infecciones rebeldes a los tratamientos médicos y farmacológicos, que incluyen esteroides y antibióticos.

La cistitis aguda es una de las complicaciones frecuentes de los pacientes que han sufrido tumores en el área urogenital que han sido tratados con radioterapia. Suele ser muy dolorosa y generar intensas molestias para orinar como ardores muy frecuentes e incontinencia.

"La cámara de oxígeno puede ayudar a aliviar la sintomatología en este tipo de lesiones, que son secuelas de los tratamientos oncológicos. Pero es importante acotar que no se utiliza para tratar el cáncer, sino para mejorar una consecuencia", expresa Mora Kumboz.

En ocasiones, y según la situación de cada paciente, la terapia de superoxigenación puede complementarse con tratamientos farmacológicos. El protocolo médico recomienda sesiones diarias de una hora de duración en la cámara hiperbárica, sólo con descanso de sábado y domingo. Dependiendo de la dolencia, pueden ser hasta 60 sesiones. Los médicos cubanos utilizan tratamientos con cámara hiperbárica desde finales de los ochenta, según consta en la Revista Virtual de Medicina Hiperbárica.

Mora Kumboz explica que los oncólogos no utilizan el tratamiento hiperbárico contra los tumores porque no está demostrada su eficacia contra el cáncer, incluso se sospecha que las células malignas pueden aprovecharse del oxígeno difundido. Esta posición coincide con la de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, que aprueba su uso para el tratamiento de lesiones de radioterapia, pero no para curar el cáncer.




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martes, 13 de noviembre de 2012

30 Congreso de Endourología

Hiperplasia prostática benigna


En el encuentro se habló de la necesidad de hacer diagnósticos diferenciales. Hay muchas enfermedades que se semejan a la hiperplasia prostática benigna, podría suceder que se aplique tratamiento para esta enfermedad  y el paciente no sufra esta patología,  sino de estrechez en la uretra, un cáncer de vejiga o  de próstata, que no fue diagnosticado.

La hiperplasia prostática benigna  es otra afección muy común en hombres a partir de los 40 años de edad. Se manifiesta  con una serie de síntomas: retardo en el comienzo la micción, pujar al orinar, orinar por cuotas y goteo al final de la micción, que no son exclusivas de la hiperplasia por lo que  es necesario hacer el diagnóstico mediante una completa evaluación urológica.

“En el 30 Congreso de Endurología se habló de la necesidad de hacer diagnósticos diferenciales. Hay muchas enfermedades que se semejan a la hiperplasia prostática benigna y podría suceder que se aplique tratamiento para esta enfermedad  y que el paciente no sufra esta patología, sino que puede ser una estrechez en la uretra, un cáncer de vejiga o  de próstata, que no fue diagnosticado”

Actualmente el paciente tiene más opciones de tratamiento de la hiperplasia prostática benigna: “la   selección  de esas opciones es la  palabra clave ya que todos los casos no son iguales, ni un paciente es igual a otro” explica el doctor Mora Kumboz.

“Los tratamientos más usados, aparte de los terapéuticos, o  quirúrgicos,  son los endoscópicos, ya sean electro quirúrgicos,  técnica bipolar o el  láser holmium, que resecan el adenoma prostático. También se puede recurrir a  la enucleación, que  extrae completamente el adenoma (no la próstata) es decir, el tumor benigno  que obstruyó  la salida de la orina a la vejiga. Sin embargo, es una técnica más riesgosa, amerita  otro aparato, porque esa enucleación de la lesión cae en la vejiga y hay que extraerla, morcelarla, es muy riesgoso porque puede lesionar la vejiga. Con la enucleación  aún no hay la experiencia suficiente y la curva de aprendizaje es empinada”.

Nuevas tecnologías: altos costos
 

La introducción al mercado de nuevas tecnologías, que tienen como objetivo conseguir mayor precisión en el diagnóstico de enfermedades,  no solo representan un alto costo, también implica el entrenamiento del recurso humano que la va a aplicar, ambos aspectos revisten gran complejidad.

El desembolso económico hay que insertarlo en el contexto de las economías de un gran número de países que están sumidos en recesión económica, lo cual afecta directamente las políticas  públicas de salud. Y ,en el caso de la medicina privada, la adquisición de nuevos equipos, que entrañan una gran inversión, podría llevar a una sobre indicación, es decir, emplearla sin que haya necesidad de hacerlo, lo cual tiene implicaciones éticas.

En el 30 Congreso de Endourología se trataron ambos aspectos. El doctor Elías Mora Kumboz, urólogo de la Policlínica Metropolitana, quien asistió al evento, acotó que “Es necesario insistir en  que no todo lo nuevo es mejor, ha habido casos de equipos que  en el pasado reciente se presentaron como grandes avances, pero no lograron consolidarse ni arrojan mejores resultados. Lo deseable es que el empleo de las nuevas técnicas represente un beneficio para el paciente, sin someterlo a riesgos y complicaciones innecesarios”.

La complejidad de operar nuevos equipos  requiere entrenamiento,  la adquisición de destrezas para poder operarlos en forma eficiente.
En relación a este tema el  doctor Mora Kumboz, explica que en el 30 Congreso de Endourología se hizo referencia a la  curva de aprendizaje.

“Tanto el médico recién graduado,  como el que ya tiene experiencia, debe  asimilar  y aprender a manejar la nueva tecnología.  Para el entrenamiento se emplean  simuladores, similares a los que se  usan  para entrenar a los pilotos de aviones, que permite optimizar el entrenamiento, lo cual es  de gran  ayuda  para los médicos  , conlleva a minimizar las complicaciones. Sin duda, reviste gran complejidad, requiere tiempo.”


Nota: Los contenidos de este blogspot son de carácter informativo, cuya finalidad es orientar a los lectores acerca de noticias, avances, novedades en materia de urología. Evite la automedicación y consulte a su médico ante cualquier síntoma que ponga en riesgo su salud. No pretende sustituir la consulta. Agradecemos nos escriban a morakumboz@gmail.com que es la forma más expedita de contestarles. Gracias