domingo, 3 de abril de 2011

Incontinencia Urinaria



La incontinencia urinaria de esfuerzo es  el tipo más común de incontinencia urinaria en mujeres y obedece a múltiples causas, entre las que se encuentran trastornos neurológicos, debilitamiento de los músculos pélvicos,  existencia de prolapsos, embarazos múltiples, entre otros.
Toda mujer adulta, alguna vez en su vida, presenta algún episodio de incontinencia urinaria,  pero hay casos en que se convierte en permanente y  empeora con la edad. Hombres, niños, adultos jóvenes también pueden padecerla afectando considerablemente su calidad de vida.
En el caso de la incontinencia urinaria de esfuerzo es bueno destacar que existen factores de riesgo, tales como prolapsos, obesidad,  enfermedad bronqueo pulmonar producida por el cigarrillo, cirugías o radiaciones pélvicas, entre tantos.
Tipos de incontinencia:
La  incontinencia urinaria de esfuerzo: hay factores anatómicos y funcionales que la producen y es necesario diferenciarla de la de urgencia. Cuando se hace un esfuerzo, se estornuda, se mueve una mesa, ese aumento de presión hace que se transmita hacia la vejiga y abre el esfínter y se escapa la orina sin tener deseos de orinar.
Incontinencia de urgencia:   la vejiga está hiperactiva, se contrae mucho más de lo usual, lo que se traduce en problemas de frecuencia urinaria de urgencia. Se produce tanto en el hombre como en la mujer y el tratamiento, después de la evaluación, es difícil porque es un problema neuro urológico. Existe el tratamiento con terapias conservadoras, terapias de biofeedback, de electro estimulación del músculo del piso pélvico, de neuromodulación, sin embargo los resultados no son tan buenos como se pensaba, pero se está investigación mucho en esta área, y cada día salen al mercado nuevos medicamentos que ayudan a disminuir esa hiperactividad de la vejiga.
La incontinencia paradójica: obedece a causas neurológicas, la persona que la padece tiene la vejiga llena y no se da cuenta, de forma tal que va perdiendo la orina ante cualquier esfuerzo porque la vejiga no se contrae y el esfínter se relaja.
La incontinencia total: la paciente está  permanentemente mojada. Generalmente ocurre  por una complicación de una fístula uréter vaginal producto de una histerectomía o una cesárea, que hace que la orina salga por la vía vaginal en forma permanente, sin control,  debido a que forma un bypass de esfínter  y la orina cae directamente en la vagina .
Diagnóstico
Es muy importante que el urólogo y el ginecólogo mantengan un conocimiento completo acerca de  las diferentes opciones de tratamiento que existe para esta enfermedad, para acertar en el diagnóstico y tratamiento.
La historia clínica  debe ser completa y precisa. Indagar si la paciente tiene problemas neurológicos, si es diabética,  tiene una lesión en la médula espinal,  o si ha recibido radiación en el área pélvica  o  vaginal.  También  algunos medicamentos pueden  empeorar la incontinencia porque podrían producir retención urinaria, de igual forma, ciertas cirugías pueden producir alteraciones en el  piso pélvico donde reposa la vejiga y la uretra y  por tanto ser el origen del trastorno.
El  examen físico,  implica una evaluación neurológica general,  un examen urológico para ver si hay lesiones de cicatrices previas en el área pélvica, observar si hay molestias en la vejiga para descartar infección urinaria asociada, examen ginecológico, palpación en el área vaginal para descartar la presencia  de prolapsos.
También está indicado un examen simple de orina y urocultivo para descartar infección asociada que puede producir incontinencia de urgencia.
Se realiza además una prueba de funcionalismo renal porque pueden existir patologías asociadas con insuficiencia renal.
Desde el punto de vista radiológico se efectúa una cistografía de la  vejiga y de la uretra para detectar si existen patologías urológicas asociadas, como por ejemplo, un divertículo de uretra que puede producir una incontinencia urinaria.
Urodinamia
El estudio urodinámico detecta  el problema de la incontinencia, lo cual permite el diagnóstico preciso,  por lo tanto un tratamiento mucho más adecuado y una corrección del problema de forma más satisfactoria y a largo plazo.
Se trata de pruebas fisiológicas mínimamente invasivas que estudian la función de la vejiga, del esfínter  y de la uretra y su coordinación entre la vejiga y la uretra.
Tratamiento:
Puede ser farmacológico, entrenamiento pélvico o cirugía.
El tratamiento farmacológico: el medicamento más utilizado es la duloxetina, un antidepresivo que hace que la vejiga se contraiga menos y el esfínter aumente su tono, por lo tanto disminuye el proceso de incontinencia. Sin embargo,  este medicamento está aprobado en Europa pero fue descontinuado por la FDA debido a efectos colaterales adversos.
Otro tratamiento no quirúrgico es el entrenamiento  pélvico,  consiste en colocar dispositivos pesarios, son como unas pesitas que se colocan dentro de la vejiga para mantenerla en su sitio  y disminuir la incontinencia,  pero es un método en desuso, solo se emplearen pacientes ancianos de alto riesgo.
Para mejorar la incontinencia se recomienda  cambios en el estilo de  vida: disminuir el sobrepeso, restringir  la ingesta de líquido en la noche hasta las 6 de la tarde, ejercicios de entrenamiento del musculo del piso pélvico,  de biofeedback que induce al  paciente  a aprender a contraer los músculos del esfínter  en forma efectiva.
Si los pacientes no tienen mejoría  con los tratamientos anteriormente descritos se recurre a la cirugía.

Cirugía
Hace 15 años el empleo de las cinchas, mallas elaboradas de material biocompatible que evita que el organismo las  rechace,  revolucionó  el tratamiento de este trastorno, por ser  una técnica mínimamente invasiva con una alta tasa de resultados positivos y muy pocas complicaciones.
A partir de entonces y hasta hoy la cincha retro púbica, colocada en la parte media de la uretra, es la técnica quirúrgica más aceptada,  es considerada el estándar de oro para tratar la incontinencia urinaria de esfuerzo no complicada debido a  su eficacia a largo plazo y baja tasa de complicaciones.
Es necesario destacar que este tipo de cirugía no está indicada en mujeres que piensan tener hijos porque se pierde la cirugía.  En estos casos  se puede optar por agentes (sustancias)  que hacen bulto por vía transuretral, es decir,  se inyectan en la uretra unas sustancias que producen bulto logrando cerrar la uretra y corregir  la incontinencia. No obstante,  se ha demostrado que esas sustancias pueden migrar (moverse) del sitio donde se colocó inicialmente a otras partes del organismo, lo cual no es lo deseable.
Aunque permanentemente  aparecen nuevas sustancias en el mercado que hacen que disminuyan la migración y permanezca el bulto en la vejiga, los resultados son dudosos, por lo que su empleo no es masivo.
Incontinencia de esfuerzo complicada
Si los tratamientos anteriormente descritos fallan, hay alternativas para la incontinencia de esfuerzo complicada.
Existe la cincha uro vaginal autóloga que es elaborada con tejido del paciente,  es decir se saca parte  del músculo del abdomen y se coloca la cincha autóloga en el cuello de la vejiga.
En este caso ya no se trata de una cirugía  mínimamente invasiva sino abierta.
También se puede utilizar cinchas urovaginales ajustables.
De igual forma existe el esfínter urinario artificial que se emplea en casos complicados que no han mejorado con los métodos antes mencionados.

Nota: Los contenidos de este blogspot son de carácter informativo, cuya finalidad es orientar a los lectores acerca de noticias, avances,  novedades en materia de urología. Evite la automedicación y consulte a su médico ante cualquier síntoma que ponga en riesgo su salud.







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