El varicocele, dilatación
del plexo venoso o varices ubicadas por encima de los órganos del aparato reproductor masculino que produce
los espermatozoides y secreta las hormonas, drenan la sangre del testículo y se
encuentran en el cordón espermático puede estar asociado a una disminución de
los niveles de testosterona.
Este fue uno de los temas abordados en la Conferencia de la
Universidad de California, Los Ángeles, una
actualización de temas urológicos. El doctor Elías Mora Kumboz, especialista en
urología, señala que se ha determinado que la presencia del varicocele puede hacer que los niveles de testosterona disminuyan. En el testículo existen 2 tipos de células, las que producen los espermatozoides y las que
producen la testosterona. Hasta hora se conocía que afectaba los espermatozoides
y se ha determinado que también impacta la testosterona, provocando su disminución.
El varicocele es una
enfermedad muy común, un 15 a un 20 por ciento de hombres, después de la
pubertad, pueden padecerlo. Tres alteraciones indican que el tratamiento sea
quirúrgico. Se recurre a cirugía cuando
causa molestias. También hay que operar cuando se altera la espermatogénesis, produciendo infertilidad
por la disminución del número de espermatozoides, alteraciones en su forma,
entre otros. La otra indicación quirúrgica es cuando el testículo disminuye de
tamaño, producto de la presencia de la sangre que no se ha purificado en el
riñón, lo cual provoca que éste disminuya de tamaño y lo atrofie con el tiempo.
De igual forma hay que recurrir a cirugía cuando hay Azoospermia no
obstructiva, una alteración de la fertilidad masculina en la que no se
encuentran espermatozoides en el eyaculado, aunque el canal por donde pasan los
espermatozoides no esté obstruido. Aunque
la efectividad del resultado es muy
baja, apenas 10 por ciento, existe ese
porcentaje de posibilidad de mejorar el
espermatograma.
Por otra parte, el doctor Mora Kumboz hace referencia a la
controversia que existe en el tratamiento del varicocele en adolescentes. Algunos
urólogos consideran que no hay que operar sino observar, pero esto puede traer
como consecuencia la disminución del tamaño del testículo, es decir, puede
haber hipotrofia o atrofia, por lo que
la mejor opción es la cirugía.
En todo los casos, apunta el especialista, hay que discutir
con el paciente las ventajas y posibles complicaciones del tratamiento, de
manera que forme parte activa en la toma de decisiones
Nota: Los contenidos publicados son de carácter informativo,
cuya finalidad es orientar a los lectores acerca de noticias, avances y novedades en materia de urología, no pretende sustituir la consulta, el
diagnóstico y el tratamiento que debe indicar el especialista. Evite la
automedicación y consulte a su médico ante cualquier síntoma que ponga en
riesgo su salud. Si desean alguna información de nuestros servicios pueden
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